El día de la cita, es el primero en llegar y mientras espera oye a alguien tocar en un parque cercano. Al acercarse descubre que es una chica y enseguida queda prendado de ella. Después se enterará de que es Kaori Myazono, la cita de su amigo Watari. Kaori es una chica alegre, vivaz, guapa y además toca el violín, lo cual llama la atención de Kousei aun más. En esa primera cita, Kaori invita a los 3 amigos de la infancia a verla tocar en un concurso de música. A pesar de los dolorosos recuerdos que le trae a Kousei, decide ir y al verla tocar descubre que la música no es solo interpretar la partitura al pie de la letra como él pensaba, sino que Kaori es capaz de imprimir sus propios sentimientos en la actuación y lograr que el publico se emocione con ella. A partir de ese momento, Kaori se convertirá en la luz que guiará a Kousei para salir de la oscuridad en la que lleva sumido dos años y convertirle en un músico aun mejor que el que era. Subidas y bajadas de ritmo Hay que decir que ante todo la serie es un drama. Desde el primer momento nos la presentan como tal y no debería ser ninguna sorpresa.
Mi música, ¿te llegará? Para resumir un poco, las expectativas que tenía con Shigatsu wa Kimi no Uso se cumplieron con creces. Desde el primer momento me esperaba un romance con toques de musical, una historia preciosista que buscara llegar a los sentimientos de los espectadores, y es lo que me encontré, a pesar de tener ciertos defectos que ya comenté anteriormente como la lentitud del argumento en algunos momentos. Si queréis ver una historia de superación personal, conocer a unos personajes entrañables mientras disfrutáis de una estupenda BSO, emocionaros a medida que avanzan los capítulos para acabar con un final que os aseguro que no dejará indiferente a nadie, desde luego esta serie es lo que estáis buscando. 22 capítulos que merecen completamente la pena y que no os defraudarán, de lo mejor del género.
En general es una sucesión de reflexiones internas y flashbacks para reforzarlos, con la excepción de momentos de luz protagonizados generalmente por Kaori o por las actuaciones musicales. En general me recuerda al ambiente de Nagi no Asukara, pero el argumento no gira en torno al romance, más bien en torno a la superación personal del protagonista, aunque ambas cosas vayan relacionadas. Sin duda lo mejor de la serie son los personajes. Desde los protagonistas hasta al mas secundario de los secundarios, de todos acabamos conociendo su historia, sus conflictos internos y sus pensamientos; lo cual hace que nos vayamos sintiendo identificados con cada uno de ellos.
Cuesta trabajo ser objetivo con una serie como esta que pone de manifiesto tal cantidad de sentimientos pero viéndolo fríamente, el argumento es algo simple y predecible, desde el principio van dando pistas sobre por dónde va a tirar la historia y qué va a ocurrir con los personajes. Pero para mi lo peor que tiene es la lentitud. Sobretodo en las reflexiones internas tuve la sensación de que divagaban demasiado sobre lo mismo y tendían a alargarse mucho. Ha habido capítulos que al acabar me daba cuenta de que la historia no había avanzado apenas. Otra cosa que no me gustó fue que siempre usaran el mismo recurso para aliviar la tensión de la serie: momento tsundere de Kaori/Tsubaki que acaba pagando Kousei. Un par de veces tiene su gracia, pero al final acaba hasta perdiendo el sentido de todas las veces que lo usan. Con todo esto no estoy diciendo que sea una mala serie, simplemente estoy comentando ciertas cosas que hacen que no sea tan buena como podría. De todas formas en esta serie se nota que lo que quería el autor es llegar a emocionar a los espectadores de una forma u otra y, al menos en mi caso, lo ha conseguido.

Shigatsu wa Kimi no Uso

La historia se centra en torno a Kousei Arima, un chico de secundaria algo callado, tímido y malo en los deportes. ¿Qué tiene de especial entonces? Kousei es un genio del piano y desde que era un niño ha ganado todos los concursos a los que se ha presentado, o al menos lo era ya que desde hace dos, coincidiendo con la muerte de su madre e instructora, es incapaz de oír el sonido del piano. Esto le ha sumido en un estado depresivo que le hace ver el mundo gris sin que haya nada que consiga animarle. Al verlo así, su amiga de la infancia Tsubaki Sawabe intenta animarlo como puede. Se conocen desde pequeños ya que viven justo al lado y siempre han sido buenos amigos. Tsubaki es una chica más intensa, buena en los deportes aunque flojea un poco en los estudios, juega al baseball y tiene fama de ser un poco bruta. Aun así, le duele ver a Kousei tan deprimido y por eso le propone un plan para intentar que se distraiga un poco. Tsubaki le cuenta a Kousei que hay una chica de su clase que quiere que le presente a Watari, y para no ir de sujetavelas, le pide a Kousei que le acompañe. Ryouta Watari es otro amigo de la infancia de Tsubaki y Kousei, y es todo lo contrario de este último. Es el capitán del club de fútbol del instituto, guapo y alegre lo que le hace tener bastante éxito entre las chicas y como es lógico lo aprovecha todo lo que puede. Tras insistir, Kousei finalmente acepta.






